SUTY - SETH
"Señor
del mal y las tinieblas"
Representación Jeroglífica:
Nombre egipcio: Suty, Sutej
Nombre griego: Seth
Representación: Animal tifónico (cuadrúpedo)
en su totalidad u hombre con cabeza de animal
tifónico. Animal formado con partes de otros,
con orejas rectangulares, cola tiesa y hocico
ganchudo. No se ha podido determinar con
exactitud si la bestia que representó a Seth fue
o no un cuadrúpedo, hoy extinguido.
Entre las muchas representaciones que de él se
dan, se destacan lebrel, asno, perro, okapi,
jirafa, etc. En otros lugares aparece
manifestado en un cerdo macho, un oryx o una
serpiente con cabeza de asno. La mitología
cuenta que tenía los ojos y el pelo de color
rojo, tono identificado tradicionalmente con las
arenas del desierto y los daimones.
En Edfú está representado bajo la forma de un
peligroso hipopótamo macho. Igualmente lo
encontramos con aspecto de cocodrilo, que
personifica el animal en el que fue transformado
por obra del dios Gueb, después de que Seth
asesinara a Osiris.
En Oxirrinco se convierte en el Mormyrus kannume,
el pez responsable de haber devorado el falo de
Osiris.
Dios que en su origen es más brutal que maligno;
los dramas que provoca se deben a su fuerza
anormal, a su excesiva energía, más que a su
mala intención; luego fue objeto de una
interpretación hostil; todos los escritos
osiriacos lo consideran como un criminal.
Originario de Ombos (Nubt), pudo suplantar a un
dios más antiguo, llamado Ash, señor del
desierto occidental. Identificado con el
desierto y el trueno, gobierna las nubes
tormentosas y desencadena las borrascas del
viento sur; las connotaciones negativas de Seth
se refieren a la sequía, la esterilidad, la
violencia, el hambre y el mar; los gusanos
salían de la tierra a causa de su aliento.
Recibió el desierto como herencia de Geb pero,
envidioso de su hermano, que había recibido la
tierra fértil de Egipto, asesinó a Osiris y lo
cortó en pedazos; la lucha entre Osiris y Seth
era la lucha de la tierra fértil contra el
desierto y la lucha del bien con el mal.
Venerado por unos, odiado por otros conoció
épocas gloriosas y otras en las que su nombre
estaba prohibido y sus estatuas eran destruidas.
Es el señor del mal y las tinieblas, de la
no-luz, de todo aquello que representa el mal,
la sequía y como tal es el dios del desierto que
por una parte protege a las caravanas que se
adentran en sus dominios pero que también
provoca las tormentas que hacen que esas mismas
caravanas se extravíen. En este doble papel de
protector-destructor de las tierras áridas Seth
era venerado porque su estado de ánimo dirigía
el futuro de todos aquellos que cruzaban sus
dominios.
Sin embargo Seth no fue considerado totalmente
malo; los faraones ramésidas promovieron su
imagen como dios guerrero que protegía la barca
de Ra por la noche, ya que este dios le había
apoyado en su lucha contra Horus, evitando que
Apofis hundiera la barca.
En el Reino Nuevo se le consideró un dios
benévolo, patrón de las armas, de la guerra y
patrón de la producción de los oasis; Seth fue
entonces popular porque, debido a su papel como
señor de la confusión, podía sembrar la
discordia entre los enemigos de Egipto. Era hijo
de Nut y Geb, en la Eneada heliopolitana, y
esposo-hermano de Neftis. Según algunas
tradiciones es padre de Anubis.
En otros textos
aparece como esposo de Neith y padre de Sobek.
Fuentes:
Egiptologia.org Rosa Thode
Dicc. de Mitología Egipcia de Elisa Castel
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