Dioses y Divinidades del
Antiguo Egipto
"Sejmet
-Sajmis"
"La Poderosa, la Terrible”
Representación Jeroglífica:
Nombre
egipcio:
Sejmet
Nombre griego: Sajmis, Sacmis
Representación: Leona o mujer con cabeza de
leona. Lleva sobre la cabeza un disco solar con el ureo y
ocasionalmente presenta apariencia itifálica.
Puede mostrarse bajo el aspecto de una mujer con cabeza de
cocodrilo o representada mediante el Udyat, aunque esta
iconografía es poco frecuente. Como defensora, la encontramos
armada con un cuchillo que sujeta con sus manos.
Su nombre significa “La Poderosa”; se encuentra entre los dioses
que figuran en los Textos de las Pirámides.
Representa la energía destructiva del Sol y, como tal, en ella
se aunaron los poderes beneficiosos del astro diurno junto a sus
cualidades negativas.
Fue diosa de la guerra con connotaciones tremendamente
sanguinarias cuando se encolerizaba. Capaz de causar dolencias y
epidemias, se convirtió en patrona de los médicos. Éstos, al
conocer bien a su divinidad, podían poner en marcha los medios
necesarios para que las curaciones fueran efectivas, obteniendo
el apaciguamiento de Sejmet y el retorno de la salud.
Unida al mito solar, formó parte de la leyenda de la Diosa
Lejana, representando su aspecto colérico. La narración relata
la partida de los dioses, enviados por Ra, en busca de Sejmet
que se había retirado enfurecida a Nubia. Ella mataba a todo
aquel que se encontrara a su paso y era necesario apaciguarla.
Los dioses tratarán de aplacarla con música y danzas; aturdida,
se lava en las aguas de la primera catarata del río Nilo y se
convierte en una hermosa mujer (en otros textos se embriaga y de
este modo, con los ánimos calmados, se convierte en Bastet o
Hathor).
Unido al mito, anualmente y durante la estación de la
inundación, los egipcios celebraban “La Fiesta de la
Embriaguez”, cuyo objetivo era mantener a la diosa aplacada.
Aquí los teólogos jugaron con un paralelismo entre la leyenda de
la diosa que se marcha de Egipto para volver después de un
tiempo y la crecida del río. Además, el brebaje que preparan los
dioses para engañar a Sejmet se derrama por el suelo y,
mitológicamente, lo inunda, al igual que ocurre con las aguas
del Nilo, personificando una variante agraria del mito del
eterno retorno. La sangre y el vino estaban íntimamente
relacionados en la mitología egipcia.
Bajo el rey meroítico Natakamani, recibe culto en el mismo
Meroe.
Ver triada de Memphis
Fuente:
Dicc. de Mitología Egipcia de Elisa Castel
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